Una joven mujer está sentada en un sofá en una habitación semiiluminada, con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo mientras mira su celular. Su rostro refleja una profunda mezcla de nostalgia y dolor, con los ojos ligeramente empañados, como si estuviera atrapada en pensamientos intensos y melancólicos. La luz cálida que entra por una ventana cercana acaricia su rostro, pero no logra suavizar la tensión que se refleja en su expresión. El teléfono en sus manos está encendido, mostrando una notificación de mensaje sin abrir, pero ella no parece dispuesta a tocarlo. Su cabello, largo y ligeramente ondulado, cae suavemente sobre sus hombros y parte de su rostro, resaltando la fragilidad del momento. La habitación a su alrededor es minimalista, con tonos suaves y oscuros en las paredes, creando un contraste con la luz tenue que la rodea. En el fondo, una planta en una maceta pequeña está ligeramente desenfocada, simbolizando la quietud y la calma de la escena. La sensación de pérdida y reflexión llena el espacio, y cada detalle, desde las sombras que caen sobre la alfombra hasta el brillo tenue de la pantalla, parece contar una historia de un corazón que lucha por soltar lo que aún está presente en su mente.
Una joven mujer está sentada en un sofá en una habitación semiiluminada, con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo mientras mira su celular. Su rostro refleja una profunda mezcla de nostalgia y dolor, con los ojos ligeramente empañados, como si estuviera atrapada en pensamientos intensos y melancólicos. La luz cálida que entra por una ventana cercana acaricia su rostro, pero no logra suavizar la tensión que se refleja en su expresión. El teléfono en sus manos está encendido, mostrando una notificación de mensaje sin abrir, pero ella no parece dispuesta a tocarlo. Su cabello, largo y ligeramente ondulado, cae suavemente sobre sus hombros y parte de su rostro, resaltando la fragilidad del momento. La habitación a su alrededor es minimalista, con tonos suaves y oscuros en las paredes, creando un contraste con la luz tenue que la rodea. En el fondo, una planta en una maceta pequeña está ligeramente desenfocada, simbolizando la quietud y la calma de la escena. La sensación de pérdida y reflexión llena el espacio, y cada detalle, desde las sombras que caen sobre la alfombra hasta el brillo tenue de la pantalla, parece contar una historia de un corazón que lucha por soltar lo que aún está presente en su mente.