Genera una imagen de una criatura mítica colosal, una quimera de león y oso, cuyo cuerpo está cubierto de escamas iridiscentes que brillan y refractan la luz como obsidiana pulida. La criatura se alza con sus mandíbulas masivas abiertas, revelando hileras de dientes de cristal transparente afilados como navajas, una lengua brillante y una garganta amenazadora. Su melena esta formada por serpientes al estilo de meduza. Captura los intrincados detalles de las escamas, la textura de su pelaje y la humedad que se adhiere a sus colmillos. La melena del león está compuesta por serpientes que se retuercen y ondulan, añadiendo un toque de horror y misterio. La bestia habita un desolado paso montañoso rocoso envuelto en una niebla giratoria y etérea, creando una atmósfera de asombro y temor. Representa la escena en un estilo hiperrealista, enfatizando el juego de luces y sombras en las escamas de la criatura y la sensación general de asombro y temor
Genera una imagen de una criatura mítica colosal, una quimera de león y oso, cuyo cuerpo está cubierto de escamas iridiscentes que brillan y refractan la luz como obsidiana pulida. La criatura se alza con sus mandíbulas masivas abiertas, revelando hileras de dientes de cristal transparente afilados como navajas, una lengua brillante y una garganta amenazadora. Su melena esta formada por serpientes al estilo de meduza. Captura los intrincados detalles de las escamas, la textura de su pelaje y la humedad que se adhiere a sus colmillos. La melena del león está compuesta por serpientes que se retuercen y ondulan, añadiendo un toque de horror y misterio. La bestia habita un desolado paso montañoso rocoso envuelto en una niebla giratoria y etérea, creando una atmósfera de asombro y temor. Representa la escena en un estilo hiperrealista, enfatizando el juego de luces y sombras en las escamas de la criatura y la sensación general de asombro y temor