Imagina un sueño cósmico, una visión etérea que solo un artista podría concebir. En el vasto lienzo del universo, una nebulosa se despliega como una pincelada de colores vibrantes: púrpura, azul y rosa se entrelazan en un baile celestial. Estrellas recién nacidas brillan con una intensidad casi mágica, sus luces blancas y doradas perforando la oscuridad como joyas en un manto de terciopelo negro. Galaxias espirales giran lentamente, sus brazos llenos de estrellas extendiéndose como remolinos de luz, evocando la delicadeza de un encaje cósmico. En el horizonte, planetas con atmósferas multicolores flotan serenamente, reflejando la luz de soles distantes como esferas de cristal suspendidas en el vacío. La escena está bañada en una luz suave y etérea, con sombras profundas que añaden un contraste dramático, resaltando la majestuosidad y el misterio del cosmos. La combinación de luces brillantes y tonos oscuros crea una sensación de infinito y maravilla, como una sinfonía visual que celebra la grandeza del universo. Es un sueño donde la realidad y la fantasía se entrelazan, capturando la esencia de la creatividad y la imaginación sin límites de un artista.