Una casa de campo de una sola planta, con un estilo moderno y acogedor, rodeada de naturaleza. La fachada está construida de piedra natural en un 20%, con grandes ventanales de perfileria en aluminio. El techo es de tejas de barro rojas, ligeramente inclinadas, con un pequeño porche en la entrada principal. El porche está sostenido por columnas metálicas, y en él hay dos sillas de mimbre y una pequeña mesa de café. El jardín que rodea la casa está lleno de flores silvestres, arbustos y un césped bien cuidado. En un lateral de la casa hay un huerto con plantas de tomate, calabacín y hierbas aromáticas como romero y albahaca. Un sendero de piedra conduce desde la puerta delantera hasta un pequeño corrar para gallinas, ubicado a unos metros de la casa. Detrás de la casa, un bosque de árboles altos como pinos y robles, que proporcionan sombra y un ambiente tranquilo. El cielo está despejado, con algunas nubes blancas dispersas, y la luz del sol ilumina suavemente la escena. El ambiente es tranquilo, con detalles que transmiten calidez y una conexión con la naturaleza