El río humeante fluye suavemente a través de un complejo de cabañas, cada una hecha con materiales de la mejor calidad y construida con madera rústica y pulida. Las paredes están hechas de tablones de madera lisa, y el techo también está hecho de un tablón de madera de aspecto moderno y suave. El agua es cristalina, creando una atmósfera tranquila y pacífica. En medio del río se alza un gran castillo de cristal, cuyas paredes emiten un resplandor vibrante sobre los alrededores. Una pareja pasea cerca, con su risa resonando en el aire.