**Prompt para el arte visual:** La imagen se centra en un módulo lunar de forma cónica, cuya punta se redondea suavemente, descendiendo hacia la atmósfera terrestre. A diferencia de su aspecto brillante y pulido, el módulo ahora muestra señales de desgaste, con una superficie metálica manchada y sucia que refleja su intenso viaje a través del espacio. Sosteniendo el módulo, cuelgan tres paracaídas colosales, que son **diez veces más grandes** que el propio módulo. Estos paracaídas, en un vibrante color blanco, se despliegan con un impresionante dramatismo, dominando la escena y creando un asombroso contraste con la escala del módulo, simbolizando un aterrizaje controlado y seguro. Detrás, se extiende un vasto océano azul que brilla bajo la luz del sol. Las suaves olas, iluminadas por la claridad del día, añaden un tono sereno a la composición. El agua, en tonos de azul profundo y brillante, se mezcla con el cielo, creando un paisaje armonioso y tranquilo. Este momento captura la transición entre la exploración y el regreso, simbolizando la resiliencia y la tenacidad de la búsqueda humana del conocimiento. La descomunal magnitud de los paracaídas resalta la fragilidad del módulo mientras se prepara para aterrizar, con el océano como testigo silencioso de este logro monumental.