Un jardín botánico futurista inspirado en la planta Venus atrapamoscas. El diseño presenta formas arquitectónicas curvas y dinámicas que evocan los lóbulos de la planta, con estructuras cinéticas que simulan el movimiento de cierre de sus trampas. El jardín está rodeado de montañas artificiales texturizadas que conecten los espacios y funcionen de salas o áreas interiores, construidas con materiales sostenibles como piedra natural, acero curvado, vidrio translúcido ,etc. Las pasarelas elevadas se integran al paisaje con acabados en madera certificada, mientras que los techos retráctiles de vidrio permiten un flujo constante de luz natural.Vegetación exuberante, incluyendo especies carnívoras y plantas exóticas, se distribuye en áreas temáticas, con cuerpos de agua espejados y elementos interactivos que representan la narrativa ecológica del lugar. El espacio transmite una fusión entre naturaleza y tecnología, con una estética futurista y un enfoque en sostenibilidad.