Diseña una casa inspirada en la riqueza de la cultura mexicana y en la celebración del Día de Muertos, integrando elementos arquitectónicos y decorativos que capturen la esencia de esta tradición. Incorpora colores vivos y contrastantes como el naranja, morado y rosa, que evocan el colorido de las flores de cempasúchil y las ofrendas. Considera formas y patrones que recuerden el arte popular mexicano, como los arcos en las puertas y ventanas, el uso de papel picado en detalles decorativos, y altares para honrar a los ancestros. Añade un patio central o un espacio al aire libre que sirva como lugar para colocar ofrendas y decorar con velas, flores y fotos, donde la luz natural juegue un papel importante, simbolizando la conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Combina materiales tradicionales como la madera, la piedra, y el barro, y dale un toque cálido y acogedor que invite a la reunión y a la celebración de la vida y la memoria.*