Refugio en el Campo Imagina una casa de campo situada en un valle verde rodeado de montañas. La estructura es de madera rústica, con grandes ventanales que dejan entrar la luz del sol y ofrecen vistas impresionantes del paisaje. Un porche amplio, decorado con hamacas y plantas, invita a relajarse mientras se escucha el canto de los pájaros. Dentro, la decoración es acogedora: paredes de piedra, muebles de madera y una chimenea que promete calidez en las noches frías. La cocina huele a pan recién horneado y hierbas frescas del jardín. Cada habitación tiene su propio encanto, desde un estudio lleno de libros hasta un dormitorio con vistas al amanecer. El jardín es un pequeño paraíso, con flores silvestres, un huerto y un estanque donde las ranas croan al caer la tarde. Un sendero lleva a un bosque cercano, ideal para caminatas y aventuras. Este lugar es perfecto para desconectar del bullicio de la ciudad y conectar con la naturaleza.