Escena nocturna, una estructura arquitectónica imponente al estilo de conde Drácula y tierras de Mordor, situada en un entorno oscuro, caótico y lleno de terror. El edificio presenta formas angulosas que desafían la geometría convencional, creando una presencia inquietante. Los materiales son piedra negra agrietado, metal oxidado y vidrio roto, con superficies ásperas y desgastadas que evocan una sensación de decadencia. El diseño es con elementos que parecen torcerse y doblarse, amplificando la inestabilidad y el peligro. La iluminación es tenue y espeluznante, con sombras profundas y sofocantes y luces parpadeantes que crean espacios ominosos y ocultos. La estructura se alza a escala monumental, proyectando sombras largas e inquietantes sobre el entorno desolado. La vegetación descontrolada invade el espacio, lo que aumenta la sensación de aislamiento y pavor. Los caminos confusos, los espacios cerrados y los pasillos oscuros inducen desorientación, claustrofobia y una sensación constante de estar atrapado. La arquitectura también incorpora símbolos de poder opresivo, como torres de vigilancia y vallas de púas, que sugieren represión. La atmósfera está cargada de niebla, tristeza, con cielos nublados y una abrumadora sensación de inseguridad, lo que acentúa la sensación de terror.