La imagen muestra una escena de 1990 en el interior de una iglesia en México, con una atmósfera cargada de solemnidad y calidez. Al centro de la escena, una luz brillante y claramente definida, con una forma que recuerda a una paloma, irradia una intensa luz dorada que parece flotar sobre las personas. Esta luz ilumina suavemente a los presentes y crea reflejos en los rostros de los asistentes. En el primer plano, varias personas están nítidamente visibles, con sus rostros bien definidos, mostrando expresiones de respeto y curiosidad. Los detalles de los peinados, bigotes y vestimenta son propios de la moda de finales de los 80 y principios de los 90 en México, con camisas formales y vestidos. Detrás, las figuras de otras personas se distinguen, aunque algo más desenfocadas por la distancia. El ambiente es claramente el de una iglesia, con características de arquitectura de la época, como paredes de piedra o madera, con detalles religiosos en el entorno. La luz cálida y dorada que atraviesa la escena crea una atmósfera espiritual y sagrada, destacando el enfoque central de la imagen: la figura alada o paloma, que parece simbolizar un momento divino en el contexto de una ceremonia religiosa.