La planta arquitectónica de mi casa perfecta tendría un diseño abierto y funcional, con una distribución que promueva la conexión entre los espacios. Aquí te dejo una descripción: Entrada: Un vestíbulo acogedor que dé la bienvenida, con espacio para guardar abrigos y zapatos. Sala de estar: Amplia y luminosa, conectada directamente con la cocina y el comedor. Grandes ventanales ofrecerían vistas al jardín. Cocina: En un diseño en isla, con un área de desayuno. Estaría equipada con electrodomésticos de última generación y suficiente almacenamiento. Una puerta llevaría a una terraza exterior. Comedor: Integrado en el mismo espacio que la sala de estar, con una mesa grande para cenas familiares, ideal para socializar. Estudio: Un espacio tranquilo separado, ideal para trabajar o leer, con estanterías y buena iluminación. Dormitorios: Dos o tres habitaciones, cada una con armarios empotrados. La habitación principal tendría un baño en suite y un pequeño balcón. Baños: Un baño familiar completo y un baño adicional cerca del estudio, todos con acabados modernos y funcionales. Zona de servicio: Un lavadero o cuarto de herramientas, con acceso desde la cocina, para facilitar las tareas del hogar. Espacios exteriores: Una terraza que conecte con el jardín, perfecta para barbacoas y reuniones, y quizás una pequeña piscina o jacuzzi. La distribución se centraría en la fluidez de los espacios, priorizando la luz natural y la funcionalidad, creando un hogar acogedor y práctico.