Diseño General: Colores predominantes: El blanco domina como color principal, transmitiendo limpieza y amplitud, mientras que los toques negros destacan en elementos específicos para añadir profundidad y contraste. Forma: Líneas rectas y formas geométricas simples, con volúmenes bien definidos que crean una apariencia moderna y estructurada. Elementos de la Fachada: Paredes: Lisas, pintadas en blanco mate o con acabado de concreto pulido. Algunos paneles pueden incluir textura o relieve sutil. Detalles en negro: Marcos de ventanas de aluminio o metal negro mate. Puerta principal en madera oscura o metal negro, con diseño sobrio. Paneles decorativos en metal perforado o listones de madera pintados en negro para acentuar ciertas áreas. Ventanas: Grandes ventanales con cristal tintado o transparente, enmarcados en negro para resaltar el diseño moderno. Algunas ventanas pueden tener celosías o persianas minimalistas integradas. Iluminación exterior: Focos LED empotrados o apliques de pared negros que iluminan sutilmente la estructura, creando un juego de luces y sombras durante la noche. Complementos: Materiales adicionales: Piedra o concreto en tonos oscuros para pequeños detalles decorativos en la base o esquinas de la fachada. Madera en tonos oscuros o negros para realzar áreas específicas, como techos de porches o marcos. Paisajismo: Plantas de bajo mantenimiento con macetas negras o en tonos neutros. Caminos de piedra blanca o grava que complementan la paleta de colores. Techo: Plano o ligeramente inclinado, con bordes negros para una apariencia estilizada y moderna. Estilo General: La fachada transmite una sensación de sofisticación y equilibrio, logrando un diseño impactante pero discreto, ideal para quienes aprecian el estilo contemporáneo y minimalista.