"Imagina el momento culminante de una batalla épica entre dos seres de poder inmenso en un antiguo santuario en el reino de las sombras, Umbrae. La escena se desarrolla en una noche sin luna, con una atmósfera cargada de tensión y caos. Umbraeus es un ser envuelto en una capa negra que absorbe la luz, empuñando la Lanza de Noctis, una lanza antigua y resplandeciente forjada en el corazón de una estrella moribunda. Su figura está en movimiento, con la lanza generando explosiones de oscuridad que devoran el espacio a su alrededor. Su rostro, oculto en gran parte por un capuchón grande, revela solo sus ojos de un gris frío o azul pálido, brillando con intensidad. Umbraea, con un aura de belleza y frialdad, sostiene el Espejo de Tenebris, un artefacto legendario que brilla con una luz oscura. El espejo refleja los miedos más profundos y distorsiona la realidad. Su vestido oscuro ondea en la tormenta de sombras, y su piel pálida está marcada por una cicatriz mágica, visible en medio del caos. El santuario es un lugar antiguo y majestuoso, con columnas caídas, estatuas rotas y runas brillando débilmente. El suelo está agrietado y cubierto de escombros, con una niebla espesa envolviendo todo. Los cielos están desgarrados por la batalla, mostrando una mezcla de luces y sombras en una tormenta de magia y poder. La escena captura el clímax de la batalla, con Umbraeus y Umbraea en pleno enfrentamiento, sus poderes chocando en una danza de destrucción y magnificencia. Los hechizos y ataques se entrelazan, creando un espectáculo visual de luz y oscuridad, con el santuario temblando bajo el peso de su conflicto."