Capítulo 1: El Encuentro Inesperado Todo comenzó un día muy oscuro, triste y nublado, de esos días donde uno no quiere salir de la cama. De pronto, junto a la ventana, se posó un animal que no estaba en los libros, uno que jamás un hombre había visto. Su cuerpo era extraño, de un tamaño pequeño y apariencia inofensiva, pero estaba muy herido y cansado de volar. Agotado, me asusté al principio, pero su dolor y cansancio reflejados en sus ojos me motivaron a pensar en ayudarlo. Me dirigí a la ventana, pero en ese momento me detuve y volví a pensar si debía abrirla. Como niño, nunca imaginé un animal así; su aspecto era horroroso, pero al mismo tiempo causaba ternura por lo indefenso que se veía. Tenía una nariz gorda y muy redonda, que atrajo mi mirada, pues al parecer era una hembra. Sus orejas caídas, bigotes y barba, junto con unas escamas doradas perladas como el interior de una concha, hacían de su apariencia algo único. Sus manos tenían tres dedos, igual que sus patas, cubiertas d

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