La fachada principal de mi casa ideal sería un impresionante equilibrio entre modernidad y calidez. La entrada estaría marcada por un pórtico amplio, con un techo en voladizo que le da un aire de bienvenida. Este espacio estaría destacado por luces LED indirectas que iluminan suavemente el camino hacia la puerta, resaltando las formas geométricas del diseño. Los materiales naturales, como la madera y la piedra, serían protagonistas. Las paredes estarían revestidas en paneles de madera clara, combinados con secciones de piedra oscura, creando un hermoso contraste. El juego de volúmenes en la fachada aportaría dinamismo: algunas partes sobresaldrían hacia adelante, mientras que otras se retratarían, acentuando la jerarquía del acceso principal. La cochera, diseñada para tres autos, tendría un diseño abierto, con una cubierta que armoniza con la estructura general, manteniendo la estética minimalista. Podría incluir una pared verde o una cerca de madera que añada privacidad sin restar luminosidad. El jardín fronta sería un espacio de transición, con plantas de bajo mantenimiento y algunos elementos de agua que reflejan la luz, creando un ambiente acogedor y relajante. Todo en conjunto daría la impresión de una casa que es a la vez acogedora y moderna, una invitación a explorar lo que hay dentro.