Un joven de apariencia dual, con una expresión ambivalente que refleja simultáneamente la bondad y la malicia en sus facciones. Sus ojos podrían ser heterocromáticos: uno de un azul claro y calmado, el otro de un rojo intenso y desafiante, simbolizando las facetas contradictorias de Géminis. La figura estaría rodeada de hojas flotantes o alas etéreas que parecen fragmentos de papel o plumas, cada una con inscripciones místicas que narran tanto actos benevolentes como maliciosos, representando la dualidad de pensamientos y acciones del signo. Su vestimenta estaría inspirada en una túnica larga y estilizada con detalles dorados y plateados, que denotan poder y omnipotencia, con patrones zodiacales que rodean el borde. El chico tendría un aura mística que cambia sutilmente entre tonos dorados y oscuros, emulando el día y la noche. Su postura podría ser de brazos extendidos, como si abarcara tanto la luz como la sombra. De fondo, un cielo estrellado que se divide en dos, con una mitad radiante y la otra sumida en penumbra, enfatizando la eterna lucha y equilibrio entre el bien y el mal que Géminis personifica.