Interior de una casa contemporánea ubicada en el sur de Chile, diseñado para equilibrar funcionalidad, confort y conexión con la naturaleza. Los espacios abiertos integran el living, comedor y cocina, con grandes ventanales de piso a techo que ofrecen vistas panorámicas hacia el bosque nativo, el río o el lago cercano, mientras permiten la entrada de abundante luz natural. El diseño combina materiales locales como madera nativa (alerce, mañío o coigüe) en pisos, techos y muebles, con detalles de piedra natural en chimeneas o muros, y acentos modernos en zinc o acero. Los tonos neutros predominan, como beige, blanco y gris, complementados por texturas cálidas en lana, lino y cestería mapuche. La decoración sigue un estilo Japandi o nórdico, con líneas limpias, muebles minimalistas y funcionales, y un diseño que optimiza la calidez del espacio. Una chimenea central revestida en piedra o metal aporta un punto focal acogedor. El diseño incluye detalles de la arquitectura vernácula del sur de Chile, como vigas de madera expuestas y techos inclinados, reflejando un equilibrio entre tradición y modernidad. El ambiente transmite serenidad y confort, con una fuerte conexión con el entorno natural.