La imagen presenta una escena artística y surrealista en París, con la Torre Eiffel iluminada al fondo bajo una atmósfera nocturna, con un cielo oscuro y una luna llena brillante. En primer plano, un hombre vestido elegantemente con un traje gris claro, zapatos oscuros y guantes blancos está sentado en un banco de madera. Lleva un casco peculiar con engranajes y gafas redondas, lo que le da un aspecto mecánico o "steampunk". Su postura relajada, con las piernas cruzadas y manos en el regazo, contrasta con su mirada seria. A su lado derecho, un artista vestido con un elegante traje negro está pintando en un caballete. La pintura sobre el lienzo es un retrato monocromático del mismo hombre sentado en el banco, replicando su casco y sus gafas con detalle preciso. El artista parece enfocado, sosteniendo un pincel en la mano derecha, mientras la izquierda está colocada con confianza en su cadera. En el suelo, frente al caballete y el banco, hay varias latas de pintura en aerosol dispuestas de manera ordenada, lo que indica que posiblemente la pintura del artista está siendo realizada con técnicas modernas. La combinación del atuendo elegante y antiguo con elementos mecánicos y tecnología moderna crea un ambiente surrealista y futurista, mientras que la Torre Eiffel refuerza la localización clásica y romántica de París.