Casa Refugio de Sueños para un Artista – Diseño Radial Inspirado en la Pintura de Carlos María Herrera Concepto General: Este proyecto se inspira en la suavidad y serenidad de la pintura de Carlos María Herrera, reinterpretada en un espacio arquitectónico para un artista en los suburbios. La casa está concebida como un refugio que evoca el descanso y el movimiento suave del viento, brindando una experiencia de paz y conexión con la naturaleza, al igual que la sensación etérea presente en la obra de Herrera. Forma y Estructura: La casa tiene un diseño radial, con una estructura en espiral que se despliega en todas direcciones, similar al movimiento del viento girando alrededor de un centro. Esta forma circular fluida está inspirada en los pliegues delicados de las mantas que rodean a la niña en la pintura, proporcionando una sensación de envolvimiento y protección. El flujo arquitectónico sin ángulos duros refleja la idea de suavidad y movimiento continuo, evocando una calma visual y emocional. Fachada: La fachada se caracteriza por curvas ondulantes, con paredes que parecen girar y fluir alrededor del edificio. Los materiales exteriores incluyen piedra clara y madera pulida, trabajados en tonos suaves y pasteles, como cremas y rosas, que reflejan la calidez y la luminosidad del entorno natural. Las grandes ventanas en formas orgánicas se integran en la fachada, permitiendo que la luz natural inunde el interior sin interrumpir la fluidez del diseño. El techo, en pendiente suave y cubierto de vegetación, se fusiona con el paisaje, integrando la estructura a su entorno de manera armónica. Espacios Internos: Los espacios internos están organizados de manera radial, conectados entre sí a través de un patio central que sirve como eje de la casa. Cada área fluye hacia la siguiente sin divisiones abruptas, generando un recorrido fluido que recuerda el movimiento circular del viento. El estudio del artista, ubicado en una de las alas de la casa, está diseñado para recibir luz natural desde el techo, permitiendo que la creatividad y la calma coexistan en el espacio de trabajo. Jardines y Conexión con la Naturaleza: Al igual que la pintura de Herrera conecta lo humano con lo natural a través de pequeños detalles (como las flores en el cabello de la niña), la casa está rodeada de jardines internos y patios con vegetación nativa, que brindan un refugio verde en medio del diseño curvilíneo. Estos jardines no solo refuerzan la idea de tranquilidad y serenidad, sino que también ofrecen espacios para la contemplación y el descanso. Materialidad y Sensaciones: Los materiales suaves y naturales utilizados en la construcción, como la madera y la piedra, así como los acabados en tonos claros, crean una atmósfera cálida y acogedora. Al entrar en la casa, se percibe una sensación envolvente, como si el espacio estuviera diseñado para proteger y acompañar, evocando la experiencia de la niña dormida en la pintura. Las líneas suaves y curvas predominan en todos los detalles, creando una atmósfera sin interrupciones, ideal para el descanso y la reflexión creativa. Conclusión: Este proyecto, basado en la interpretación arquitectónica de una obra de arte, ofrece una casa donde los espacios no solo son funcionales, sino que también son una extensión de las emociones que la pintura evoca: suavidad, calma y conexión. El diseño circular y radial permite que el edificio respire junto a la naturaleza, generando un refugio ideal para un artista en busca de inspiración y serenidad en los suburbios.