Mi casa minimalista ideal tendría una fachada sencilla pero impactante, con paredes blancas y un diseño geométrico. Grandes ventanales de piso a techo permitirían que la luz inunde el interior y ofrecerían vistas al jardín. El techo sería plano, con una estructura que se extiende un poco para dar sombra a las áreas exteriores.
En el jardín, la alberca tendría un diseño rectangular y elegante, rodeada de un deck de madera clara. Alrededor de la alberca, habría un césped bien cuidado y algunas plantas autóctonas que aporten un toque de verde sin recargar el espacio.
Unas tumbonas minimalistas estarían dispuestas al lado de la alberca, perfectas para relajarse. También habría un pequeño rincón con una mesa y sillas, ideal para comidas al aire libre. El ambiente sería sereno, con un diseño que prioriza la armonía y la conexión con la naturaleza. ¿Te imaginas disfrutando de ese espacio?
Mi casa minimalista ideal tendría una fachada sencilla pero impactante, con paredes blancas y un diseño geométrico. Grandes ventanales de piso a techo permitirían que la luz inunde el interior y ofrecerían vistas al jardín. El techo sería plano, con una estructura que se extiende un poco para dar sombra a las áreas exteriores.
En el jardín, la alberca tendría un diseño rectangular y elegante, rodeada de un deck de madera clara. Alrededor de la alberca, habría un césped bien cuidado y algunas plantas autóctonas que aporten un toque de verde sin recargar el espacio.
Unas tumbonas minimalistas estarían dispuestas al lado de la alberca, perfectas para relajarse. También habría un pequeño rincón con una mesa y sillas, ideal para comidas al aire libre. El ambiente sería sereno, con un diseño que prioriza la armonía y la conexión con la naturaleza. ¿Te imaginas disfrutando de ese espacio?