Crear un espacio urbano en una esquina de terreno curvada, que simule una plaza contemporánea, integrando zonas de estar y áreas de descanso rodeadas de vegetación autóctona de la región del Nordeste Argentino, con colores variados y una atmósfera natural. El diseño debe reflejar una temática de revalorización de los elementos que quedaron de antiguas instalaciones de estaciones de trenes. Los restos de los edificios deben ser incorporados de manera creativa, reutilizando estructuras y materiales originales para darles nueva vida en forma de bancos, pasarelas, y otros elementos de mobiliario urbano. La vegetación debe incluir especies típicas del noreste de Argentina, como lapachos, chivatos, palo borrachos, guapurus con frutas, palmeras, limoneros, jacarandas, caranday y otras plantas autóctonas, creando una paleta de colores vivos que contrasta con la arquitectura industrial reciclada. Las zonas de estar deben ser cómodas y distribuidas de manera fluida, fomentando la interacción social, y la intervención debe tener una estética de integración entre lo antiguo y lo moderno, un espacio de contemplación, descanso y memoria histórica.