magina un elegante espacio interior que fusiona el glamour de una boutique Chanel de los años 50 con un toque moderno y sofisticado. El suelo de la habitación presenta un clásico patrón en damero blanco y negro que evoca lujo y orden atemporal. Las paredes están cubiertas con paneles de color crema con detalles en molduras negras, creando una atmósfera refinada y de gran clase.
A lo largo de las paredes, destacan estanterías de vidrio y metal dorado, organizadas con precisión para exhibir bolsos icónicos: pequeños clutchs en tweed, bolsos acolchados con cadenas doradas y piezas vintage con el inconfundible logo de la doble C. Las estanterías están sutilmente iluminadas, destacando cada artículo como si fueran joyas preciadas.
En el centro del espacio, un sofá capitoné en terciopelo negro con botones plateados agrega una sensación de confort lujoso. Sobre el sofá, se encuentran cojines decorativos con patrones geométricos en blanco y negro, evocando un estilo gráfico y moderno. A su lado, una pequeña mesa auxiliar de mármol sostiene una delicada bandeja con una copa de champán y una rosa roja, aportando un toque de romanticismo y sofisticación.
En un rincón, un maniquí viste un atuendo inspirado en las siluetas clásicas de Coco Chanel: una chaqueta de tweed con detalles en perlas y una falda lápiz hasta la rodilla. Sin embargo, el look se moderniza con unos elegantes botines de charol y accesorios contemporáneos que mantienen el aura aesthetic del espacio.
Encima del sofá, un gran espejo con marco dorado refleja la elegancia del espacio y aporta amplitud. Delicadas lámparas tipo araña con cristales ahumados cuelgan del techo, proyectando una iluminación suave y acogedora. En el ambiente se percibe una mezcla de lujo vintage y modernidad chic, capturando la esencia de una boutique Chanel reinventada para una generación que aprecia lo clásico y lo actual.
magina un elegante espacio interior que fusiona el glamour de una boutique Chanel de los años 50 con un toque moderno y sofisticado. El suelo de la habitación presenta un clásico patrón en damero blanco y negro que evoca lujo y orden atemporal. Las paredes están cubiertas con paneles de color crema con detalles en molduras negras, creando una atmósfera refinada y de gran clase.
A lo largo de las paredes, destacan estanterías de vidrio y metal dorado, organizadas con precisión para exhibir bolsos icónicos: pequeños clutchs en tweed, bolsos acolchados con cadenas doradas y piezas vintage con el inconfundible logo de la doble C. Las estanterías están sutilmente iluminadas, destacando cada artículo como si fueran joyas preciadas.
En el centro del espacio, un sofá capitoné en terciopelo negro con botones plateados agrega una sensación de confort lujoso. Sobre el sofá, se encuentran cojines decorativos con patrones geométricos en blanco y negro, evocando un estilo gráfico y moderno. A su lado, una pequeña mesa auxiliar de mármol sostiene una delicada bandeja con una copa de champán y una rosa roja, aportando un toque de romanticismo y sofisticación.
En un rincón, un maniquí viste un atuendo inspirado en las siluetas clásicas de Coco Chanel: una chaqueta de tweed con detalles en perlas y una falda lápiz hasta la rodilla. Sin embargo, el look se moderniza con unos elegantes botines de charol y accesorios contemporáneos que mantienen el aura aesthetic del espacio.
Encima del sofá, un gran espejo con marco dorado refleja la elegancia del espacio y aporta amplitud. Delicadas lámparas tipo araña con cristales ahumados cuelgan del techo, proyectando una iluminación suave y acogedora. En el ambiente se percibe una mezcla de lujo vintage y modernidad chic, capturando la esencia de una boutique Chanel reinventada para una generación que aprecia lo clásico y lo actual.