Una casa moderna situada en un barrio típico de Córdoba, Argentina, diseñada para adaptarse a los lotes estrechos característicos de la zona. El entorno urbano se distingue por calles angostas bordeadas de árboles autóctonos, creando una atmósfera acogedora y tradicional. La vivienda utiliza materiales locales como ladrillos regionales y piedra caliza, resaltando el carácter distintivo de la región. Amplios ventanales y puertas corredizas maximizan la entrada de luz natural, optimizando el espacio limitado, mientras que el patio central, rodeado de vegetación nativa, ofrece un área privada y fresca. Rodeada de casas de estilo colonial y edificios modernos, la construcción respeta los colores predominantes del barrio, como el blanco y el rojizo de los ladrillos. Su arquitectura contemporánea sobresale sin desentonar con el paisaje urbano, complementado por las colinas características de Córdoba. El diseño logra un equilibrio entre modernidad, funcionalidad y autenticidad regional.