mañana se disipa, piensa en su esposa, el olor de la poha cocinándose, el chisporroteo de la sartén, su encantador zumbido sin sintonización junto con la radio que le hizo doler el corazón en las cámaras secretas donde sólo ella reside.
Y ella todavía está allí, aunque ha huido de este mundo hacia lo que otros esperan, o tal vez permanece, justo encima de su hombro, guiando sus pasos mientras camina hacia el trabajo.
Le duelen los huesos al cruzar las cortas avenidas en procesión, pero el ejercicio le ayuda a relajarse y cuando llega al quiosco se siente mejor.
La gente pasa a raudales, sus clientes habituales aparecen para sus bromas habituales, en su mayoría gente mayor, como él. Se da cuenta de que el periódico se está volviendo más escaso a medida que el interés cambia en línea. Él nota cómo su cabello y su piel se vuelven más delgados, incluso cuando sus huesos se vuelven más quebradizos, incluso cuando su corazón se vuelve más pesado, sin ella.
mañana se disipa, piensa en su esposa, el olor de la poha cocinándose, el chisporroteo de la sartén, su encantador zumbido sin sintonización junto con la radio que le hizo doler el corazón en las cámaras secretas donde sólo ella reside.
Y ella todavía está allí, aunque ha huido de este mundo hacia lo que otros esperan, o tal vez permanece, justo encima de su hombro, guiando sus pasos mientras camina hacia el trabajo.
Le duelen los huesos al cruzar las cortas avenidas en procesión, pero el ejercicio le ayuda a relajarse y cuando llega al quiosco se siente mejor.
La gente pasa a raudales, sus clientes habituales aparecen para sus bromas habituales, en su mayoría gente mayor, como él. Se da cuenta de que el periódico se está volviendo más escaso a medida que el interés cambia en línea. Él nota cómo su cabello y su piel se vuelven más delgados, incluso cuando sus huesos se vuelven más quebradizos, incluso cuando su corazón se vuelve más pesado, sin ella.