Quiero regresar a ti pero mientras tanto, me siento solo, perdido en un gran laberinto donde la oscuridad es mi guardián, queriendo compartir mi tristeza contigo, anhelando escuchar tu voz. En este momento vendería mi alma tan solo para poder ver nuevamente esa sonrisa que tantas veces me brindaste haciendo que mi espíritu enloqueciera y se fugase de mi cuerpo para hacer de tu corazón su nido de amor.