Un auto futurista deslizándose por una carretera suspendida sobre la Ciudad de México, elevándose entre los edificios emblemáticos y el ajetreo urbano. Este vehículo tiene una forma minimalista, con líneas suaves y un chasis de materiales blancos y naranjas que reflejan las luces de la ciudad. gracias a tecnología de levitación magnética sin ruedas, lo que le permite maniobrar en cualquier direccion La carretera suspendida es una vía elevada que serpentea a través del paisaje urbano, sostenida por pilares minimalistas y con un diseño ecológico con vegetación integrado en la infraestructura. Esta vía es iluminada por paneles solares que se extienden a los costados, proporcionando luz suave y resplandeciente que se adapta al cambio de luz a lo largo del día se muestran la figuras de octagonales en toda la carretera que a su ves funcionan como captadores de energia solar. A los lados, las barandillas de vidrio transparente y resistente permiten una vista panorámica de la ciudad abajo, mostrando zonas verdes y modernas construcciones El auto futurista, impulsado por energía limpia, se desplaza con fluidez y silencio, mientras a su alrededor otros vehículos avanzan en filas ordenadas en la carretera suspendida. En el horizonte, se observa el imponente perfil de las montañas, y en el aire, "drones" de vigilancia y transporte monitorean el flujo de tráfico, contribuyendo a un ecosistema urbano donde la tecnología y la sostenibilidad coexisten para la cuidad.