**Título del Promt:** "El Espectro del Fuego" **Descripción de la Escena:** En el corazón de un incendio devastador, donde las llamas devoran todo lo que tocan, un fantasma aterrador se manifiesta entre la negrura y el caos. El fuego danza descontrolado, proyectando sombras danzantes sobre las paredes chamuscadas, mientras nubes de humo negro se arremolinan espesas en el aire. A medida que el calor se intensifica, la atmósfera se carga de un terror palpable, una sensación de que algo maligno acecha tras la cortina de humo. Emergiendo de entre las llamas, el fantasma es una visión escalofriante. Su rostro es una máscara esquelética, donde los huesos parecen afilarse en la luz titilante del fuego. Los ojos, hendiduras vacías, resplandecen con una luz antinatural, mientras que una mueca macabra dibuja sus labios, revelando un conjunto de dientes afilados y desiguales que parecen brillar con un hambre insaciable. No hay vientre, solo un vacío inquietante que deja entrever la nada. Este detalle provoca un escalofrío que recorre la espalda de quienes se atreven a mirarlo, insinuando que su existencia está marcada por un sufrimiento eterno y una insaciable sed de venganza. El suelo, empapado y negro como el carbón, parece reflejar la esencia de la desesperación. Gotas de agua trataban de sofocar las llamas, pero el humo que sube del incendio las contamina, creando un paisaje siniestro. Cada paso del fantasma deja una estela de frío en el aire caliente, como si la muerte acompañara su danza macabra. Su presencia es un recordatorio de lo que fue y de lo que ahora es: un eco de vidas perdidas entre los rugidos del fuego. El filoso canto de los relámpagos ilumina brevemente al espectro, y en esos breves destellos, su figura se torna aún más inquietante: huesos expuestos, piel desgarrada, una entidad que parece estar atrapada entre dos mundos. Los susurros de las almas perdidas se entrelazan con el crepitar del fuego, creando un coro de quejidos y lamentos que se cuela entre las llamas como un grito desgarrador en la noche. La atmósfera está cargada de emociones intensas: tristeza, rabia y un profundo anhelo por lo que fue. Mientras el fuego avanza, el fantasma se desliza sutilmente, moviéndose con una gracia inquietante. Cada movimiento que realiza provoca un silencio momentáneo, como si el propio incendio respetara su presencia. En su danza macabra, busca el contacto, su mirada es un llamado a revivir el pasado, a sentir el dolor de aquellos que fueron consumidos por las llamas, y a recordar que hay huellas que nunca se borran, ni siquiera en la muerte. **Instrucciones:** 1. Detalla más la apariencia y el comportamiento del fantasma, enfatizando su rostro esquelético y su voz apagada pero penetrante. 2. Expande sobre la interacción entre el fantasma y el entorno en llamas, mostrando cómo su presencia parece influir en el ambiente. 3. Refuerza la sensación de terror, destacando el contraste entre el calor del fuego y el frío que emana del espectro. 4. Mantén un tono oscuro y envolvente, haciendo sentir al lector como si estuviera atrapado en esta horrorosa calamidad junto al fantasma.