La imagen muestra un valle desolado y montañoso con tonos apagados y oscuros que le dan un aire ominoso y misterioso. En primer plano, hay una cabaña vieja y deteriorada, con tablas sueltas y ventanas rotas, rodeada por un terreno árido cubierto de hierba seca y piedras. En el fondo, emerge un monstruo gigantesco de aspecto aterrador. Tiene un cuerpo oscuro y peludo, con un solo ojo brillante en el centro de su cabeza. De su cráneo sobresalen largos cuernos curvados que se proyectan hacia el cielo, y sus extremidades parecen garras afiladas. La criatura domina el paisaje, proyectando una presencia amenazante. En el cielo, se pueden ver nubes tenues y algunas aves volando en grupo, posiblemente huyendo del monstruo. La atmósfera general transmite una sensación de soledad, abandono y peligro inminente.