Diseña un edificio moderno que combine la influencia arquitectónica de Mies van der Rohe y Le Corbusier. Siguiendo los principios del estilo Internacional de Mies, el edificio debe tener una planta libre con amplios espacios públicos interiores, así como una construcción de simplicidad estructural utilizando materiales nobles como el acero y el vidrio. Además, incorpora elementos clave del diseño de Le Corbusier, como la integración de la naturaleza mediante terrazas jardín, la inclusión de ventanas longitudinales para aprovechar la iluminación natural, y la presencia de pilotis o columnas esbeltas que eleven la estructura del nivel del suelo. El proyecto debe hacer gala de un diseño paisajístico armonioso en sus exteriores, creando áreas verdes y espacios abiertos que se integren fluidamente con la arquitectura. Presta especial atención a los detalles constructivos y a la conexión fluida entre interior y exterior a través de grandes superficies acristaladas. El resultado final debe ser un proyecto vanguardista que fusione magistralmente las filosofías de diseño de estos dos grandes maestros del movimiento moderno, ofreciendo una obra funcional, estéticamente atractiva y en armonía con el entorno natural