Fachada: La fachada está pintada de blanco brillante, transmitiendo limpieza y amplitud, mientras que los detalles ornamentales (como molduras, columnas y marcos de ventanas) están destacados en color marfil para añadir un toque de suavidad y sofisticación. Columnas y pilastras: Inspiradas en el diseño clásico, las columnas son de estilo dórico o corintio, con acabados lisos que integran una estética moderna. Puerta principal: Una puerta de madera maciza, lacada en blanco o marfil, con detalles en metal dorado o negro mate, realzando el contraste. Ventanas: Grandes ventanas con marcos de aluminio o madera pintados en blanco, a menudo acompañadas de persianas o barandales decorativos.