Imagina un paisaje urbano donde las estructuras desafiaban la lógica de la arquitectura tradicional, invitando a un sentido palpable de incomodidad y temor. En lugar de líneas rectas y formas simétricas, los edificios se curvan y se distorsionan en formas grotescas, con superficies rugosas y angulosas que parecen desmoronarse. Las paredes de concreto están cubiertas por sombras densas, y las ventanas se presentan como o Un rascacielos de metal negro se eleva hacia el cielo gris, con picos afilados que parecen perforar las nubes. En su interior, las escaleras nunca parecen llevar a un lugar seguro; se retuercen en espirales interminables, dejando la sensación de que, por más que subas, nunca encontrarás una salida. Las puertas, de hierro oxidadas, se abren hacia pasillos desolados, que murmuran ecos lejanos. A lo lejos, una estructura en forma de torre se erige solitaria en medio de un bosque. Con paredes que parecen estar hechas de huesos rotos y madera podrida, su aspecto recuerda a una criatura mutante atrapada en una forma humana. Las sombras en su interior parecen moverse con vida propia, creando una sensación de que la torre, en su quietud, es capaz de devorar a qu Los edificios no siguen una lógica comprensible; Parecen ser experimentos en una realidad distorsionada, donde el tiempo y el espacio se pliegan y se retuercen, generando un espacio entre lo tangible y lo imaginario. Cada rincón tiene un detalle que inquieta, un sonido susurrante que no proviene de ningún lugar, o una grieta que parece respirar lentamente, como si la estructura misma estuviera viva, esperando