La estética del frente del edificio es moderna y elegante, marcada por líneas limpias y volúmenes geométricos que se combinan con una rica selección de materiales naturales. La estructura presenta un equilibrio visual entre lo construido y lo natural, destacando la integración con el entorno. Los pilares revestidos en madera añaden calidez al diseño, ofreciendo un contraste sutil con los tonos oscuros de la piedra y otros materiales estructurales. Este uso de la madera no solo aporta un toque orgánico, sino que también suaviza la geometría del edificio, creando una atmósfera acogedora y sofisticada.
El edificio utiliza grandes superficies de vidrio, lo que permite la entrada abundante de luz natural y establece una conexión visual directa entre el interior y el exterior. La presencia del agua, en forma de una piscina de color turquesa que se despliega frente a la entrada, refuerza la sensación de frescura y tranquilidad. Esta piscina, con sus formas suaves y orgánicas, complementa las líneas más rectas y definidas de la arquitectura.
En conjunto, los materiales como la madera, la piedra oscura y el vidrio se combinan para crear una estética que es a la vez moderna y atemporal. La incorporación de la vegetación, con plantas tropicales y exuberantes que rodean el frente, acentúa el enfoque en la integración con la naturaleza, resultando en una apariencia que es sofisticada, serena y profundamente conectada con su entorno.
La estética del frente del edificio es moderna y elegante, marcada por líneas limpias y volúmenes geométricos que se combinan con una rica selección de materiales naturales. La estructura presenta un equilibrio visual entre lo construido y lo natural, destacando la integración con el entorno. Los pilares revestidos en madera añaden calidez al diseño, ofreciendo un contraste sutil con los tonos oscuros de la piedra y otros materiales estructurales. Este uso de la madera no solo aporta un toque orgánico, sino que también suaviza la geometría del edificio, creando una atmósfera acogedora y sofisticada.
El edificio utiliza grandes superficies de vidrio, lo que permite la entrada abundante de luz natural y establece una conexión visual directa entre el interior y el exterior. La presencia del agua, en forma de una piscina de color turquesa que se despliega frente a la entrada, refuerza la sensación de frescura y tranquilidad. Esta piscina, con sus formas suaves y orgánicas, complementa las líneas más rectas y definidas de la arquitectura.
En conjunto, los materiales como la madera, la piedra oscura y el vidrio se combinan para crear una estética que es a la vez moderna y atemporal. La incorporación de la vegetación, con plantas tropicales y exuberantes que rodean el frente, acentúa el enfoque en la integración con la naturaleza, resultando en una apariencia que es sofisticada, serena y profundamente conectada con su entorno.