Un edificio futurista inspirado en el interior de un limón cortado a la mitad, situado en el corazón de una ciudad del futuro. El diseño del edificio refleja las estructuras internas de la fruta: las semillas se transforman en columnas estilizadas o torres secundarias, mientras que los nervios internos se convierten en pasillos o vigas curvas que conectan áreas abiertas con techos translúcidos. La estructura principal es de color blanco brillante, con sutiles tonalidades de verde y amarillo en detalles como iluminación ambiental y bordes arquitectónicos. El edificio se erige como un ícono ecológico y de diseño vanguardista, rodeado de rascacielos modernos y tecnología avanzada en un entorno urbano futurista