Un puente peatonal que une dos mundos. El nuestro, moderno y a partir de la mitad conecta con otro mundo, antiguo, mágico y encantado. Nos enteramos en el extremo del puente que corresponde a su parte moderna mirando hacia el otro extremo del puente. Esta iluminado con farolas LED, el suelo es de asfalto liso y te tiene sencillas barandillas de metal. A partir de la mitad del puente, todo cambia, es la frontera al mundo mágico, en lugar de farolas LED tenemos faroles de gas que alumbran con luz mortecina, el pavimento pasa a ser de adoquines y las barandillas ahora tienen intrincados diseños en hierro colado. Hacia el final, vemos orbes de luz violeta flotando al final del puente, extrañas enredaderas y luciérnagas añadiendo su luz dorada a la de los faroles y los orbes violeta lejanos.
Un puente peatonal que une dos mundos. El nuestro, moderno y a partir de la mitad conecta con otro mundo, antiguo, mágico y encantado. Nos enteramos en el extremo del puente que corresponde a su parte moderna mirando hacia el otro extremo del puente. Esta iluminado con farolas LED, el suelo es de asfalto liso y te tiene sencillas barandillas de metal. A partir de la mitad del puente, todo cambia, es la frontera al mundo mágico, en lugar de farolas LED tenemos faroles de gas que alumbran con luz mortecina, el pavimento pasa a ser de adoquines y las barandillas ahora tienen intrincados diseños en hierro colado. Hacia el final, vemos orbes de luz violeta flotando al final del puente, extrañas enredaderas y luciérnagas añadiendo su luz dorada a la de los faroles y los orbes violeta lejanos.